Selección de poemas
Vinieron muchos…
La massambala crece a mirada desnuda.
Vinieron muchos
en búsqueda del pasto
traían ojos llenos de lágrimas por el polvo y la sed
y el ganado perdido.
Vinieron muchos
con la promesa de pasto
de césped gordo
de las tranquilas aguas del lago.
Vinieron de manos vacías
pero ojos de sed
y sandalias gastadas
en la búsqueda de pasto.
Se quedaron poco tiempo
pero todo el pasto se gastó en la sed
mientras la massambala crecía
a mirada desnuda.
Partieron con los ojos llenos de pasto
limpios de polvo
llevaron el ganado gordo y las muchachas.
Canto de nacimiento
Encendido está el fuego
prontas las manos
el día detuvo su lenta marcha
antes de sumergirse en la noche.
Las manos crean en el agua
una piel nueva
paños blancos
una olla para hervir
más el cuchillo de cortar.
Un dolor fino
para marcar los intervalos de tiempo
veinte calabazas deleite
que el viento trabaja mantequilla
la luna posada en la piedra de afilar.
Una mujer ofrece a la noche
el silencio abierto
de un grito
sin sonido ni gesto
apenas el silencio abierto así en el grito
suelto en el intervalo de las lágrimas.
Las viejas deshilan una lenta memoria
que enciende la noche de palabras
después se calientan las manos de sembrar hogueras.
Una mujer arde
en el fuego de un dolor frío
igual a todos los dolores
mayor que todos los dolores.
Esta mujer arde
en medio de la noche perdida
atrapando el río
mientras los niños duermen
sus pequeños sueños de leche.
El anón
Tiene mil cuarenta y cinco
carozos
cada uno con su circunferencia
A la vuelta
se agrupan todos
(acicalados)
en el pequeño útero verde
de la cáscara
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