Comidillas en colas, paradas de guagua, barberías, centros de trabajo, en todos los lugares donde se toma la temperatura de los estados de opinión, ha sido el fraude cometido en el reciente examen de ingreso a la Universidad. Corresponde a los tribunales de justicia atender el caso, por cuanto nos encontramos ante un delito penado por la ley con profundas repercusiones en la formación ética de las nuevas generaciones.