Con las mismas fórmulas económicas que bien conoce, Mario Escalona Serrano, director de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM), se acerca a los principios culturales que debe defender la institución musical al arribar al medio siglo de existencia, en medio de un escenario de profundos cambios para la empresa estatal socialista, y de impredecibles retos para la cultura cubana.