Todo el mundo ha conseguido algo amarillo que ponerse, o que amarrarse a la muñeca, colgarse al cuello, lucir como cinta en el pelo. De muchas ventanas penden telas amarillas. Se ha puesto amarilla la gente por los Cinco, porque es 12 de septiembre y hoy hace quince años que los imperialistas los tomaron prisioneros. Ante la alternativa que se cruzó de improviso en sus vidas, ellos eligieron la senda del honor y el sacrificio, y pasaron, de seres humanos comunes, a convertirse en héroes.