Las salas del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam abrieron sus puertas a la exposición de Roberto Diago: paredes negras, espacios de amasijos que remueven la memoria, trozos de identidad que abdican del olvido.
Desandas las salas: piezas de gran formato de metal, de tela, de madera, esas con la que se ha hecho el tiempo, la sobrevivencia y la fe. Acá el latón que nos remonta a lo que falta y lo que tengo, allá las tablas de madera, una a una; que te protegen, te ofrecen abrigo… a pesar de lo que digan.